Rebeldes sin causa...

26 de marzo de 2005 - 01:22

Veo que Bobby Fischer sigue jugando al ratón y al gato con la administración americana. Un tipo al parecer muy inteligente y con pinta de vagabundo portuario que navega entre la leyenda y la irreverencia, quizás entre la locura, y que consigue nacionalidades para poder escapar del largo brazo neoimperial. Ahora es un islandés de pró. Debe hacer frío en Islandia pero tiene una novia japonea que quizás le caliente como geisha o tal vez solo sea un cobijo intelectual. No se, pero la cuestión es que este personaje va camino de imitarse a si mismo y eso es todo un logro, ya no se quien escribe el guión de sus pasos, pero el guión se superpone a su realidad dejándonos a todos con las huellas de la confusión en nuestro rostro. O sea, boquiabiertos.

Bobby Fischer es un Max Estrella con dinero del siglo XXI. Quién sabe si acaso si Polanski no siguiera haciendo películas, acabaría como él. Al amigo franco-polaco también le persiguen, por un delito sexual con menores. Total, a Bobby solo le persiguen por haber jugado en la ex-Yugoslavia en contra de una resolución de su gobierno. Sin embargo todo el mundo sabe de la persecución del ajedrecista, de incesante seguimiento que de él tiene la administración americana. Todo por jugar y ganar dinero en una partida que su gobierno desaprobó.
De Polanski la opinión pública no sabe tanto...total, solo es acusado de violación de una menor. Y eso no es para que la prensa esté pendiente de nadie, ni la administración americana. Me pregunto si hay extradición en Francia, donde creo que vive el gran cineasta. En Japón se que sí porque al ajedrecista le detuvieron para enviarlo a los USA.

Mi admiración por el cine de Roman Polanski es real y sincera. Pero los métodos y designios americanos una vez más me parecen deplorables. El revuelo de uno y otro son incomparables. Pero es que, claro, uno de ellos se enfrentó a una resolución americana, y eso es sencillamente imperdonable.

Rebeldes sin causa...

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