Huir de uno mismo
Me hablan de la conciencia como algo elevado, como lo que te dicta lo bueno y lo malo, lo que te dice qué hacer y porqué hacerlo. Me hace gracia. El planteamiento ajeno de todo. El argumento que la verdad está ahí fuera y nosotros no somos responsables de nada. ¡Qué bueno es el hombre, y la mujer, y el hermafrodita!Huir de la responsabilidad es algo que lleva haciendo el ser humano desde que piensa. Y a veces pienso que parte de los filósofos no son filósofos sino escapistas. Decir que la conciencia es quien dicta es tremendamente exculpador. Si algo está mal hecho es problema de mi conciencia que además es algo externo que linda con el espíritu, con lo trascendente, y por tanto con algo que se escapa a nosotros y de lo que, por tanto, no somos responsables.
La realidad es que somos responsables hasta de pensar. Pero eso nadie lo piensa, porque para pensar hace falta pensar que se piensa, y esa reflexión solo la hacen los filósofos o los escapistas. Otro día hablaré de lo que creo que es la conciencia, y de porqué se hacen las cosas malas o buenas. De momento me quedo con la idea de que solo se hace aquello que nos hace sentir mejor. Y si te hace sentir mal algo que haces sabiendo que vas a sentirte mal, bueno...el masoquismo no es nada nuevo.
De los errores me escabuyo
Cual hiedra trepando desde el suelo
Cual fugaz estrella a nuestros ojos
Luciendo y apagando su destello
No querer lo equivocado es humano
No quererlo, pues quererlo es ya errado
Admitir lo que es perfecto me es muy sano
Y más aún siendo mío, de virtudes bien techado
Y asi voy yo, como todos los que van
Por este mundo de falacias, sin verdad
Con un leve tul de rojo tafetán
Para ocultar mis errores, la verdad.
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