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Desgobierno ácrata para dementes irredentos

Desvaríos nocturnos

Desvaríos nocturnos Hoy, o ayer, ya no recuerdo, me preocupé de alguien. Ya no recuerdo, hoy o ayer. Me preocupé, me preocupaba, entre brumas fabricadas por recuerdos. Hoy o ayer, no lo se, me sentí que estaba en un pozo de preocupación. Era ayer, quizás sí, ayer. O era hoy, sí, sí, era hoy.

Ser un paranoico debe ser una putada.
Ser un androide debe ser una putada.

Se que me preocupaba, por conocidos extraños que se cruzan en bares extraños y que se alejan con gente cercana. Me preocupé mientras pensaba porqué me preocupaba.

No se quién será el primero en la pared cuando sea rey.

Las noches pueden comenzar y terminar de muchas formas. Cuando no tienes un comienzo fijo ni un fin al que tender entonces sueles tener fines extraños y poco deseables, o a veces tienes suerte. Echa los dados. Echo de menos que la gente se preocupe.

Era ayer o era hoy.
¿Alguien lo recuerda?
¿Alguien recuerda mi nombre?
¿A qué hora hay que levantarse para tener la sensación de que no te estás levantando?

Estar desvelado suele ser poco agradable, un hecho fácil de constatar cuando eres un desvelado. Velar y desvelar, carabelas sin destino. Anclas sin arena ni rocas.

LLueve, en algún sitio, llueve. ¡Oh, sí!, llueve sin duda sobre lo yermo y la lluvia es más seca que el terreno sobre el que cae. LLueve. LLueve...

Ayer u hoy me preocupé porque alguien apostaba a caballos que no suelen correr las carreras buenas. Y todavía me preocupa.

Suena radiohead...gracias.

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